Parece mentira...

como nos acostumbramos a todo. Los telediarios vienen repletos de noticias trágicas de nuestro mundo pero en cambio lo que nos sorprende más es que el Barça va a tener que convocar elecciones (señal también que el poder es muy goloso y no importa lo que es pero si estar dentro), que el Madrid ha fichado finalmente a dos jugadores.

La situación en Palestina es insostenible igual que en el Líbano donde ya han muerto (han sido asesinadas) más de 300 personas inocentes (es curioso cómo decidimos que una persona es inocente o no) y miles de refugiados. Siguen llegando pateras a nuestras costas y la reja metálica aún bloquea el paso a España a gente como si fueran animales. El petróleo sigue subiendo para enriquecer a unos cuantos a golpe de cualquier cosa que suceda. En Indonesia otro Tsunami mata 500 personas... vaya, que tenemos el planeta echo una mierda y nosotros seguimos caminando sin mirar a los lados porque podríamos salir de nuestro camino.

Dicen que la ignorancia lleva a la felicidad... porque como no te enteras de nada no te puede afectar nada.

Esta mañana escuchaba la canción Zona Cero de Ismael Serrano. En el disco Principio de Incertidumbre incluye un previo de los que suele hacer el cantautor madrileño durante los conciertos. Comenta que cuando la gente salió a la calle para evitar que el gobierno español enviara soldados a Irak Saramago comentó en el discurso final: "Existen dos grandes superpotencias en el mundo: Estados Unidos y tú".

Hay gente que saca frases lapidarias de las que te hacen pensar (luego habría que mirar si se las creen o las dicen porque quedan bien) y está es contundente. Saramago nos ofrece la posibilidad de sentirnos poderosos... tenemos la llave del cambio, lo único que pasa es que la hemos perdido y tenemos que encontrarla entre tantas cosas como hay en nuestra vida.

Lo peor de todo es que la mayoría de conflictos son cíclicos: unos porque se repiten continuamente o periódicamente y otros porque son olvidados siempre.

Hoy hay una concentración para pedir que las hostilidades cesen en Gaza y en el Líbano:

http://www.aturemlaguerra.org/ y http://www.aturemlaguerra.org/20j.pdf

¿Buscamos la llave?

Petons i abraçades

Raül

P.S.: por la boca muere el pez... avui no aniré a la convocatòria perquè torna la gent de campaments...

Letra de Zona Cero (Ismael Serrano)

La Zona Cero está en el alma de occidente,
cerca del corazón, en un solar de Manhattan.
Cayeron los gigantes. Lágrimas de septiembre.
Lágrimas de carne y metal. El planeta contuvo la respiración.

Los hijos del ocaso se armaron en respuesta.
Que pena que no sepas repartir tu piedad.
También que cada herida en la piel de este planeta
es una Zona Cero que llorar.
Y abres otra herida repitiendo el mismo error.

La Zona Cero sangra en la ruinas de Kabul.
Una boca sin dientes sonríe bajo un burka.
La Zona Cero extiende sus manchas hacia el sur.
Y no hay septiembres ni lamentos
para esta tierra agujereada por el fuego.

Rodeado de alambradas, muy cerca de Belén,
En plena Zona Cero nació el hijo de un dios.
Los olivos se secan y Palestina ve
como bajo los escombros duermen palomas
que se esconden del invierno.

Y ahora tú, mi amor,
pequeña gran superpotencia
despiértame
y dime que las cosas va a marchar bien.
Que sembrarás de flores toda la ciudad.
Que me harás temblar.
Y ahora ven, mi amor,
salgamos a la calle bien temprano
para gritar que en nuestro nombre
nunca deberán cortar
las manos que sembraron,
que dieron calor.
Y si es en su nombre,
yo maldigo a dios.

Desde un hotel contempla la bella Scherezade,
cegada por las llamas, las calles de Bagdad.
Las mujeres se esconden del lobo en Ciudad Juárez.
Y en un semáforo de Río de Janeiro
los niños comen plomo y papel de celofán.

En África la Zona Cero hincha los vientres
y llenará sus camas de sombras y delirios.
Un indio en una selva hoy sueña con serpientes.
Y en un café de Grozni los más viejos lloran
por la calma que no volverá.

Y ahora tú, mi amor,
pequeña gran superpotencia
despiértame
y dime que las cosas va a marchar bien.
Que sembrarás de flores toda la ciudad.
Que me harás temblar.
Y ahora ven, mi amor,
salgamos a la calle bien temprano
para gritar que en nuestro nombre
nunca deberán cortar
las manos que sembraron,
que dieron calor.
Y si es en su nombre,
yo maldigo a dios.