En el verano de 2001 realicé un intercambio de trabajo (vía IAESTE) y me tocó ir a Varsovia (Warsaw). Allí tuve muchas experiencias interesantes y visité ciudades como la propia capital, Gdansk (ciudad al norte famosa por su activismo sindical de la mano de Lech Waleza), las montañas del interior y Cracovia (Kraków).
Lo que más me impacto fue el recorrido por el Guetto de Varsovia (bien documentado) y la visita al campo de concentración más famoso de la época nazi: Auschwitz.
El Guetto de Varsovia está bien conservado. Se puede observar la estación de tren desde donde salían los trenes hacia diversos campos de concentración (Treblinka, por ejemplo), un búnker, el cementerio judío... Especialmente estremecedor un vídeo que se puede visionar en el museo de la ciudad donde se explica la destrucción de la ciudad. Durante la segunda guerra mundial la gente del guetto se sublevó contra los alemanes y estuvieron a punto de vencerles. En el último momento fueron derrotados y como represalia los nazis arrasaron la ciudad. Mientras los rusos (que ya habían ido avanzando después de derrotar a los alemanes gracias al crudo invierno) estaban esperando a tal destrucción al otro lado del río Vistula. De esta forma, la conquista de la ciudad no presentaría ninguna dificultad. Varsovia pasó a ser comunista. Sus habitantes decidieron no rendirse y quisieron reconstruir la ciudad piedra a piedra, dejándola tal y como estaba antes de su total aniquilación. Esta es una de las razones por las que la ciudad carece de encanto: sólo tiene 60 años de antigüedad.
Una de las curiosidades de Polonia es observar su red de ferrocarriles. La parte de mayor influencia alemana está muy bien comunicada mientras que la rusa no lo está tanto. No entraremos a discutir cuál de las dos influencias dejó peor al pueblo polaco porque fueron oprimidos tanto por unos como por los otros.
Cracovia es una ciudad preciosa. Merece la pena visitarla. Su centro histórico está muy bien conservado (no reconstruído) y tiene numerosas leyendas. Tuve la ocasión de visitarla en dos ocasiones. La segunda decidí recorrer el guetto de Cracovia así como ir a buscar una de las fábricas más famosas de la segunda guerra mundial: la fábrica de Oskar Schindler. Habiendo visitado el de Varsovia me llevé una gran decepción al observar que sólo quedaba un pequeño muro del guetto y muy pocas indicaciones del mismo. Al ir a buscar la fábrica Schindler observamos que no era más que una fábrica (estaba prohibido hacer fotos, eso sí) que regentaba en aquel momento una empresa llamada Telpod Electronics.
Lo más duro del viaje fue visitar Auschwitz... lo primero que me sorprendió fue que nuestros compañeros polacos decidieron no entrar ya que para ellos no había nada que visitar. Auschwitz no era un campo de concentración sino tres. Concretamente el tercero estaba en construcción cuando entraron los rusos. El primero era un campo de trabajo puro y duro. En los pabellones donde se dormía actualmente hay exposiciones temáticas de los países que estaban "representados" en el campo. No estaban exentos de la muerte ya que si alguien no hacía caso era colgado en público y luego se le quemaba en un horno. A la entrada del campo, además del Stoj (Alto!) con una calavera, hay una frase que dice: "El trabajo os hará libres" (ARBEIT MACHT FREI).
A 4 km de este primer campo está el de Auschwitz-Birkenau que han inmortalizado películas como "La Lista de Schindler". La llegada del tren, cómo les hacían bajar (a la derecha mujeres, a la izquierda hombres), cómo hacían subir a los más débiles otra vez, cómo el tren avanzaba hasta el final del campo, cómo bajaban hacia las duchas y cómo en vez de recibir la ansiada agua comenzaban a respirar Zyklon B (CO2 proveniente de los camiones cuando ya no tenían más dinero). Una vez el gas cumplía su macabra misión, los cuerpos eran trasladados a un crematorio inmenso.
Actualmente el campo está lleno de césped y árboles, pero la inmensa superficie que ocupa (llegó a ocupar 40 km cuadrados) y la cantidad de gente que murió en el mismo (más de 1 millón de personas) hace que se te pongan los pelos de punta. Se pueden visitar los barracones (en las paredes está escrito "No beber agua") tanto de personas, como de animales, como de enfermos (que eran hacinados todos juntos en un mismo cobertizo). Se me hace muy difícil expresar de qué forma perdí la fe en el ser humano al observar aquello. Recuerdo caerme de rodillas al observar la grandiosidad del campo... no pude evitar llorar de impotencia, de rabia... ¿POR QUÉ?
También se ofrece la posibilidad de ver el vídeo que grabaron los rusos al entrar al campo. Fue muy duro ver las condiciones en las que estaban, cómo eran sólo huesos, cómo no sabían ni podían sonreir...
Muchos son los sentimientos que me despertó esa visita y me es difícil expresarlos aquí... sólo el odio irracional pudo causar algo de este tipo... Para acabar simplemente una frase que se puede ver al salir del recinto: "El que olvida el pasado corre el peligro de que se vuelva a repetir"
Raül
2024-1
Hace 8 meses
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