Me encantan las bravas... Todo comienza con un:
- ¿Qué? ¿Hacemos unas bravas?
Mítica frase, tantas veces repetidas que lleva a deleitar unos tubérculos hervidos y fritos acompañados de una salsa espesa, picante... todo delicioso! Pero no quiero hablar de temas gastronómicos sino lo que implica la frase y sus consecuencias.
Escoges un bar al azar o uno que conozcas, entras y pides:
- Una de bravas, por favor.
Pueden ir acompañadas de cualquier brebaje imaginable (bueno casi). Pero es el ambiente que envuelve a este hecho social. Alrededor de las bravas siempre hay risas, comprensión, cariño, camino compartido, ideas, proyectos, sueños, sensaciones, sentimientos, opiniones, consejos...
Qué grande es hacer unas bravas! Pueden ser una auténtica bazofia pero sólo el hecho de reunirse con alguien de esta forma implica que te apetece, que te lo vas a pasar bien y que, cómo no, vas a compartir un trozo de vida...
Puedes hablar de casi cualquier cosa: desde deporte hasta bloqueos mentales. Puedes compartir hasta donde quieras... pero hay hechos que se repiten: risas ("qué sano es arrancarte esa risa"), recuerdos y hablar mucho
He tenido grandes sesiones de bravas, a veces con una persona, a veces con un grupo pero todas ellas geniales. Las puedes acompañar de croquetas, chipirones, fuet, chocos... lo que puede alargar el momento de bravas hasta cena... que quiere decir que el momento es especial... también puedes sorprenderte repasando la salsa del plato porque no quieres pedir nada más pero quieres alargar ese momento tan especial.
Qué... ¿hacemos unas bravas?
Petons i abraçades
Raül
2024-1
Hace 8 meses
2 comentarios:
Vale, yo me apunto a las bravas! Que ya nos las merecemos :)
Un abrazo!!!
Óscar
Ese Raül!
Gracias por el trozo de vida compartido entre bravas.
...Y por muchas bravas más!
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