comenzaba siempre con un carajillo de Torres 5. Eso le daba fuerzas para afrontar un trabajo que no le gustaba ni le llenaba desde hacía años. El sueldo era correcto para su nivel de vida pero ni los compañeros ni su tarea era algo que le moviera a hacer los 40 km que le separaban de su escritorio, PC y la amada máquina del café que temblaba cada vez que lo veía...
Su trabajo no aportaba nada, no daba valor añadido... simplemente tenía que mirar un listado que le actualizaban periódicamente y contestar llamadas y correos. Lo único apasionante era ver cuánto tardaba en memorizar la nueva lista de precios.
Sus compañeros eran zombies, ni saludaban, ni hablaban ni nada. Parecía que había hasta un horario para ir a hacer el café de forma que nunca coincidían más de 2 personas para poder entablar una conversación... coincidían cuando uno llegaba y el otro se iba.
A las 14 era la hora de ir a comer. Él iba a un bar y el resto parecían desaparecer entre fiambreras y viajes relámpago a casa. Comía solo, de menú con una cerveza. Al acabar la copa le daba fuerzas para seguir dando precios.
La jornada laboral acababa (¡por fin!) a las 18h pero no llegaba a casa hasta las 19.30h debido al embotellamiento típico. Antes de subir pasaba por el bar para poder hablar finalmente con alguien. Tomaba una cervecilla o dos y para casa que ya era hora. Para cenar cualquier cosa estaba bien. Lo que hubiera en la nevera valía... la compra la hacía los fines de semana y aguantaba así de sábado a sábado.
Una copita de whiskey de malta antes de dormir servía para aserenar sus preocupaciones, sus pensamientos, sus sueños, sus frustraciones y su soledad que se hacía presente en forma de lágrimas cada noche. Estaba solo y triste. Tan solo estar en un estado mantenido de somnolencia le ayudaba a tirar adelante con la puta mierda de vida que llevaba...
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Son las 8 de la mañana y ya llega Alonso con su cara de carajillero. Algunos decían que hasta llevaba una petaca para el café de la mañana, mierda de borracho. Hace años que está en la empresa y sería costoso despedirle, es eficiente pero... Dicen que nunca saluda a nadie y huele contínuamente a alcohol. Seguro que cada noche se va de putas y bebe hasta que no puede más.
Está solo porque es un ser asocial. Coincide con sus compañeros en el restaurante pero no se sienta con ellos, es como si no los viera. No me extraña, todo el día como drogado, ausente. Es como una máquina que llega, hace su trabajo y se va. No se comunica con nadie, vive en su mundo.
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¡Pobre Alonso! Antes no era así. Hace dos años tuvo una depresión muy fuerte después de un accidente de tráfico donde murieron su mujer y su niña. La culpa no fue suya pero él pensaba que sí. Cuando volvió al trabajo intenté estar a su lado pero siempre tenía algo urgente que hacer. Somos los dos que llevamos más tiempo, el resto no conocieron su alegría y sus bromas así que piensan que siempre ha sido así. Tanto ayudar al tercer mundo y a mí lado una persona sufre y paso de ella.... ¿y si le digo algo? Ahora no puedo pero a ver si mañana...
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Otra vez las lágrimas y la culpa le oprimían el corazón. Únicamente beber para olvidar, olvidar para dejar de sufrir, sufrir para ser feliz, ser feliz... para qué? Ellas ya no estaban y podría haber hecho más... bebe y olvida y un día u otro ya se acabará todo...
2024-1
Hace 8 meses
1 comentario:
Cáspitas.
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