El text de l'Alícia

Amigos y amigas,

Mi noche de Reyes ha sido mágica. Me han regalado el enorme placer de poder compartirla con los niños y adultos del Cottolengo de Barcelona, centro de acogida para los desamparados perteneciente a la Congregación religiosa de Hermanas Servidoras de Jesús.
Un regalo especial lleno de lágrimas, risas, alegrías y abrazos. Esta noche los reyes magos llegan cargados de regalos llevando ilusión. Nos abren las puertas unas dulces y jóvenes monjitas con panderetas ofreciéndonos unos humildes dulces y unas grandes sonrisas. Subimos al tercer piso. Este centro acoge a aquellos por los que no vela ninguna providencia humana, es decir, los más pobres, los más enfermos, los más necesitados. La realidad es impactante!!! Casi todos están en sus camas esperando un regalo en esta noche de reyes. Algunos muestran sonrisas, otros, estirados, apenas pueden abrir los ojos, pero nos sienten, sus vidas también les importan a los reyes magos, HOY TODO EL MUNDO TENDRÁ UN REGALO.

En este piso, este año, a diferencia de otros, han traído a 2 bebés enfermos. Martín, el más pequeño (con tan sólo 1 añito) duerme en su cunita y se pone a llorar cuando entran los reyes. Es tan frágil... No entiendo cómo han podido abandonarlo... y hablando con las monjitas me cuentan que está muy enfermo... llora... pero su llanto es débil... los reyes se van abajo, siguen su camino... mi mano continua acariciando la carita de Martín, apagan las luces... todavía sigo allí... por fin se duerme, y me marcho... es tan triste dejar allá a un niño tan pequeño.. .

El camino cada vez se hace más dificil. Observas a los voluntarios y ves alguna que otra lágrima, incluso los reyes disimulan bajo las barbas pero su aspecto es increíblemente vulnerable. Esa realidad no se ve cada día. Personas que no se pueden mover, personas sin familia, immigrantes que vinieron en pateras y que paralíticos nunca podrán volver, síndrome de Down, muchos sin piernas, otros deformados... pero los besamos y abrazamos porque en esta noche todos formamos parte de una gran familia...

No sé qué explicaros, me encantaría poderos expresar mejor con palabras todo lo que mi corazón ha sentido, siente y sentirá en esta noche tan especial de reyes... esto es mejor que cualquier regalo. Es una gran lección de amor!!! Sé, que mañana no tendré regalo porque así lo decidí hace unos años. No al consumismo desmesurado en navidad. Demostrar el amor no tiene precio ni se puede medir con un regalo. Por eso en vuestro árbolito, hoy, siendo las 5 de la mañana, me acerco a dejaros mi amistad y mi amor más sincero, esperando que mi experiencia hoy, os pueda aportar un poquito de felicidad y más fe en las personas. Que el amor hacia los demás nos haga convivir el paz y armonía durante toda nuestra larga vida.

Vuestra fiel servidora y siempre amiga,

Alicia Abasolo, de Rubí.