miércoles, septiembre 10, 2008

Eran dos

-- A estas alturas (Celtas Cortos) --

Cada mañana se cruzaban pero no se saludaban puesto que no se conocían. Cada uno iba pensando en lo suyo y no se fijaban en lo familiar de ese encuentro diario. Era curioso observar esa estampa desde la ventana de enfrente. La cara de ambos era siempre la misma pero antagónica. Uno llevaba luz en sus ojos, el otro sombras.

La dirección de sus caminos era la misma, pero nunca el sentido. Eso también era peculiar puesto que todos sabíamos que el lugar de trabajo era el mismo, al igual que el modelo de coche que usaban.

Hablar con ellos era gratificante, tenían grandes ideas y sueños por igual, pero uno veía barreras donde el otro sólo encontraba retos. Para uno el sol estaba a punto de salir y para el otro se acercaba tormenta. Nada era puro en ninguno de los dos, la perfección no existe. Los dos sufrían, los dos lloraban, los dos reían, los dos amaban y los dos eran amados. Pero uno se sobreponía mientras el otro añadía una carga, uno aprendía a mirar a través de las lágrimas mientras el otro cerraba los ojos, uno disfrutaba mientras el otro contaba los segundos que le faltaban para parar de disfrutar, uno lo hacía al 100% y el otro a medias para no ser herido, uno aceptaba sin tapujos pero el otro cerraba parcialment su corazón.

En realidad, únicamente difería el color de sus ojos: de un verde brillante a un gris oscuro.

Hasta que uno de los dos desapareció en el fondo del espejo...

Raül

5.8 km 32' 24" :(

1 comentario:

Anónimo dijo...

M'ha encantat!

Petons!

Kel