jueves, septiembre 28, 2006

ayer, hoy y mañana

Ayer (hace 4 meses) era un día muy feliz... probablemente el más feliz de toda mi vida. Realmente he escrito muy poco al respecto, porque otros ya lo han hecho por mí y me alegro de que haya sido así. El 27 de mayo de 2006 será para siempre la demostración fehaciente que los sueños no sólo son sueños sino que pueden ser realidad: la persona, los invitados, la fiesta, la ceremonia... todo según lo planeado, incluso mejor de lo que anhelábamos.

Hoy estoy en Zaragoza por motivos profesionales. Se acerca mucha faena pero eso es bueno porque el mercado se mueve y creo que estoy en el lugar adecuado. Eso sólo lo dirá el tiempo. Habrá mucho movimiento y los viajes a Valencia, Murcia y Zaragoza se irán sucediendo. Necesarios no sólo por el curro sino porque me sirve para espavilar, para darme cuenta de qué echo de menos y de cuánto os necesito cerca aunque no os interpele... genial, no?

Mañana Dios dirá. El otro día escribí una dedicatoria donde decía algo así como que el camino es impredecible pero la meta tenemos que intentar marcarla nosotros. En este caso ser felices con lo que hacemos y sobretodo con lo que somos. Esencial querernos como somos y dejar que los demás piensen lo que quieran. Hacer lo que tenemos que hacer a pesar que otros se aprovechen de situaciones indeseadas. No molestar (gran máxima que resume muchas enseñanzas y por eso fue el Hermano Antonio el que nos la comentó).

El caso es que ahí estaremos en la lucha y espero que nos vayamos encontrándonos para deciros con palabras, hechos o gestos que os quiero.

Petons i abraçades

Raül

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