Hola a todos,
He pensado en ir haciendo diversas entregas de la serie España: País de pandereta. Más que nada es ir recogiendo el por qué nunca nos pueden tomar en serio. El objetivo no es hacer 300 artículos seguidos ni tampoco únicamente de política. Irán surgiendo a medida que se me vayan ocurriendo o, aún más sencillo, salga algo en las noticias.
La primera entrega va dirigida al señor ZP. Primero de todo deciros que al principio pensaba que no iba tan mal. Después él y todo su gobierno nos han demostrado sobradamente las teorías del café para todos, el AVE llegará a Barcelona en el 2007, apoyaré el Estatut que salga del Parlament...
Todo ello aderezado con una oposición que da aún más risa (o pena) que el propio gobierno. Esta oposición (ya hablaremos de ella en otra entrega) demuestra su bajeza contínuamente, insistiendo en el terrorismo, las víctimas y todo aquello que puedan usar para presionar y fracturar aún más el país. Cuando aparece Aznar ya es la monda (como en aquel encuentro relacionado con el vino... buenísimo).
Hoy me quiero centrar en la petición de ZP a Bono para que vuelva a entrar en el Gobierno pensando en que en un futuro sea el Presidente del Parlamento. Lo más positivo de Bono es tener el mismo nombre que el cantante de U2. A partir de ahí poca cosa. Suelta perlas como que está orgulloso de que su padre fuera falangista, la defensa a ultranza del ejército apelando al sentimiento nacional y, cómo no, la pronunciación del país que siente suyo: Ejpaña.
Lo más triste de todo es que la petición no viene dada por su valía como dirigente, ni por su facilidad de palabra sino por lo que representa. Representa la captación de una serie de votos de la España más rancia y casposilla. Me estoy refiriendo a todo el voto nacionalista (o más) que se está yendo al PP.
Y es que recordemos que las elecciones son en marzo y la campaña ya lleva 3 años y medio en marcha. Pero ahora viene la parte dura y complicada: la de las estrategias de partido para captar votos y militantes, la de las banderitas y los gritos en los mítines, la del autocar, el paseo y el bocata, la de avances en materia de terrorismo o bloqueo de operaciones en el mismo campo... a partir de ahora nada es casual, todo está calculado.
A cada noticia o polémica de un bando surgirá una información que intentará eclipsar la anterior. La mentira ya sale a la calle, el prometer hasta meter, las fotos con todos y el amiguismo generalizado a pesar de poder escupir en la cara al mismo tiempo si la distancia (en quilómetros y tiempo entre encuentros) lo permite.
Bienvenidos al circo de España: País de pandereta.
Petons i abraçades
Raül
2024-1
Hace 8 meses
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