martes, junio 14, 2005

El apretón!

Buenas!

Dedico este comentario a Renus!

El apretón... cómo definirlo... quién no lo ha sufrido alguna vez? Es esa sensación que sale del estómago y se dirige directamente hacia la salida de desperdicios inferior!!!

Pero como todo en la vida hay diversas categorías de apretones:

1.- Apretón de consecuencias menores: te pilla en casa o en un lugar donde puedes dejar tu carga sin problemas
2.- Apretón un poco comprometido: te pilla en un bar o en un lugar no tan íntimo o que desconoces su higiene. Puede ser en el curro, la universidad, una discoteca.
3.- Apretón muy comprometido: no puedes descargar!!! Terror!!! Es el peor de todos porque no existe lavabo o estás en una situación donde no puedes ausentarte, qué hacer? Comienza el sudor frío, la tensión de esfínter, el movimiento de piernas, los ruidos extraños en la barriga y además los minutos se hacen horas...

Probablemente todos tendréis historias que explicar. Las formas de reaccionar son muy diversas. Mucha gente no le gusta evacuar en un lugar que no sea su casa y tienen las compuertas muy reforzadas. A otros en cambio nos da igual y tan pronto puedes dejar el regalito en un prado (léase ruta Xacobea), en un bar cualquiera, en la universidad (quién no tiene ese lavabo escogido para estos momentos), en una discoteca, en una estación de tren...

Personalmente tengo muchas anécdotas al respecto (que algunos ya conocéis). Una me aconteció cuando salía de la estación del Putxet dirección La Salle. Justo al salir de la estación me llegó el impulso nervioso indicando que debía dejar cierta materia orgánica lo más rápido posible... no se trataba de una sustancia gaseosa sino que por fuerza tenía que abandonar aquél muñequito. Comencé a tensarme y a aumentar la velocidad hacia mi destino... tengo que informaros que hay que salvar cierto desnivel y puede haber unos 500 metros. El sufrimiento se notaba en mi cara y la duda en mi mente... paro o sigo? Decidí seguir hasta el final llegando con la cara roja a mi destino... una sonrisa se dibujó en mi cara pero... noooooooooooooooooooooooooo! Estaba cerrado! Afortunadamente en el piso superior existe un lavabo de iguales características. Subí las escaleras de 4 en 4 llegando a mi destino pero... nooooooooooooooooooooooo!!!! También estaba cerrado por estar estropeado... qué hago!!!!!! Pues ni corto ni perezoso aproveché la coyuntura de estar en horario de clase y colarme en el lavabo de chicas y allí dejé el morenito correspondiente.

Afortunadamente no interactué con nadie evitándome la vergüenza total. En fin, invito a compartir esta situación tan... humana!

Petons i abraçades

Raül

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada vez alucino más con los temas de tu blog... y tú te quejabas de la telebasura!!!! Pero si escribes sobre la mierda!!!

En fin, pero el comentario cae. El mejor apretón es cuando llegas de campamentos/excursión/salida y ya desde el autobús te estás yendo por la pata abajo.
Te despides de todo el mundo rapidísimo mientras notas que las gotas de sudor frío bajan por tu frente. Apretas el culo y empiezas a dar zancadas hacia tu casa. Intentas concentrarte en las baldosas del suelo, calcular cuántos metros debes avanzar con cada paso y cuántos deben quedar para llegar a casa. Y en estas llegas a la puerta del edificio con el intestino a punto de estallar y en estado pincel total. (*nota, lo de pincel es una metáfora visual... si a alguien no le queda claro que piense en el parecido de un lienzo y unos calzoncillos).
Ahí te das cuenta de que la neurona que se encarga de tu esfinter es una hija de puta. Ya no puedes más y mientras esperas al puto ascensor-en estos casos jamás estará el ascensor en la planta baja- notas como tu neurona se empieza a relajar! Sí sí, no queda nada y la muy mamona parece que lo nota... y por una extraña razón le caes mal y te quiere hacer sufrir
Entras al ascensor y la situación es muy tensa. Es momento de ponerse frente al espejo, mirarte fíjamente a los ojos y decirte: "no tío, no te vas a cagar en el ascensor, así que no me mires así".
Como ya nadie te ve, intentas hacer tapón con las manos a ver si evitas que el estado pincel se convierta en un catastrófico estado picasso.
Cuando por fin llegas a la puerta, sacas las llaves a toda hostia, abres la puerta y toca apretar bien el culo. Es uno de los momentos críticos, porque la hija de puta de tu neurona cree que por haber llegado al recibidor ya puedes cagar en el suelo. Empiezas a avanzar hacia el lavabo a sprint y en esas aparece tu madre, que no te ve en 15 días, para darte un abrazo.
Admito que es una situación desagradecida hacia la persona que te trajo al mundo, pero si te paras eres tú el que trae un morenito al mundo, y sin romper aguas. Así que optas por apartarla con tu mano izquierda de un leve empujón -la derecha sigue haciendo de tapón- y te encierras en el lavabo de un portazo.
Justo después de comprobar que si se pintara con el culo serías un puto genio, alargas el brazo y, esto nunca falla, te das cuenta de que el último cabrón que fue al lavabo se acabó el papel...


Bueno Raúl, ¿era esto lo que querías que comentáramos, no?

Besos de nube y azúcar.
Amelí

Anónimo dijo...

Quiza esta es una de las situaciones en lsa que se pasa de un sufrimiento extremo a una sensacion de paz y armonia, no olvidemos el placer; en un espacio más reducido de tiempo, estamos hablnado, en algunos casos de fracciones de segundo.

Viajar, conocer mundo,... son experiencias que no tiene precio y que recordamos normalmente el resto de nuestras vidas, pero estas conllevan un gran sacrificio. Algo que ninguno de nosotros tiene en cuuenta en el momento de tomar la decisión de viajar pero que tarde o temprano acecha nuestra conciencia... Y es que no me digais que alguna vez no habeis echado de menos vuestro trono, va venga que todos lo hemos llamado asi alguna vez... en toda estancia lejos del hogar se le echa de menos, no como a un hermano o padres, la novia... no es un sentimiento diferente pero igualmente fuerte y que te hace en algun momento quere volver a tu casa. Está claro todo tarde o temprano se olvida y lo reemplazas por otro pupitre. Pero claro despues de toda perdida llega el reencuentro, ese momento , como las discusiones de pareja, acaba con gotas de sudor y algun que otro ruidito mas o menos sugerente....

Bueno yo he reflexionado sobre mis amores y desamores con mis intestinos y como casi todos acaban en el mismo sitio prefiero no dejar huella con mis desencantos...

Espero que a todos os haya llegado esta pseudo reflexion tanto como a mi.